Cómo servir la cerveza perfecta

Somos un país cervecero, de eso no tenemos dudas. Y es la excusa perfecta para compartir un momento con familiares, amigos o compañeros de trabajo. Pero para disfrutar de una buena cerveza no basta con abrir el grifo y llenar el vaso de cerveza. Ofrecer una cerveza bien tirada es fundamental para disfrutar del sabor de este oro líquido al que tanta afición le tenemos en España. Para esto se necesita una técnica concreta, fácil de conseguir si se siguen unos pasos específicos.

¿Cómo es una cerveza perfecta?

Una caña perfecta debe tener 2-3 centímetros de espuma. Cuando miremos el vaso tendrá tres capas visibles:

  • Una de burbuja gruesa en la parte superior
  • Crema de espuma en el centro
  • Muchas y pequeñas burbujas en la parte inferior

 

Pero, ¿cuáles son los trucos para tirar una caña perfecta?

  1. Limpieza de la vajilla. Un vaso con jabón puede estropearnos el sabor de una caña, por eso es muy importante cuidar que la vajilla esté limpia.
  2. No congelar el vaso. Las partículas congeladas del vaso entran en contacto con el líquido y rompen la armonía de la cerveza, le dan más agua de la que llevan y bajan el nivel de cremosidad. En definitiva, estropeamos el sabor, la textura y el cuerpo de la cerveza.
  3. Almacenamiento de vasos. Los vasos deben almacenarse boca arriba para que respiren y que no atrapen aromas. Además, debe estar a temperatura ambiente (no recién salido del lavavajillas para no calentar la cerveza).
  4. Mojar el vaso. Es el primer paso para tirar la caña perfecta. Mojando el vaso en el filtro mojacopas que tienen los grifos permite eliminar cualquier rastro de suciedad, además el agua formará una película que hará que la cerveza se deslice mejor.
  5. Desechar la salida de cerveza al principio. Abre el grifo, deja que corra un poco de cerveza y mete el vaso debajo. Así evitaremos que el vaso se llene de espuma ya que el primer golpe de cerveza es lo que ha quedado en el grifo y ya tiene espuma.
  6. Inclinar el vaso 45 grados. El vaso debe estar a 45 grados respecto al grifo y cerca de la salida de la cerveza, para que se vaya deslizando y no genere un gas que forme espuma. Cuando está lleno al 75% se pone en vertical y se aleja del grifo. Para finalizar el vaso se tiene que colocar en la superficie con un golpe suave para que el carbónico suba.
  7. El punto final. Abrir el grifo un poco (como un 25%) o hacia el lado contrario, para que terminar de llenarlo de espuma.

Tiraje de Cerveza